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Miguel Legot (c. 1627-1695)
Pintor activo en Cadiz en el ultimo tercio del siglo XVII.
Nació en Sevilla hacia 1627, hijo del pintor flamenco Pablo Legot y de una española. En 1635, se trasladó a Cádiz con sus padres siendo niño, donde vivió la mayor parte de su vida.
No se conoce ninguna obra de su mano y apenas se tienen noticias sobre su actividad como artista, que probablemente desarrolló tan solo como aficionado. Su formación debió de llevarse a cabo en el taller paterno, en compañía del pintor Francisco Núñez, que se instaló en casa de los Legot desde la edad de tres años.
Miguel Legot estuvo relacionado con parte de los círculos artísticos gaditanos de finales de siglo XVII. Además de su contacto estrecho con Francisco Núñez, sabemos de su amistad con los pintores Barnabé de Ayala y Antonio Hidalgo, activos también en Cádiz en torno a 1680.
Miguel Legot murió en Cádiz en 1695.
Bib. : Sobre Miguel Legot, ver Eduardo Lamas-Delgado, “Le peintre Bernabé de Ayala et autres petits maîtres entre Séville et Cadix”, in: Annales d’Histoire de l’art et d’archéologie, 30, 2014, pp. 71-94, aquí 84-86 ; Eduardo Lamas-Delgado, «El pintor Miguel Legot (Sevilla, c. 1627-Cádiz, 1695)», in: El Rincón malillo. Anuario del CECONOCA. Nº 5. 2015.
Antonio Hidalgo (fl. 1668-1680)
Pintor activo en España, concretamente en Sevilla y en Cádiz, en el último tercio del siglo XVII. Entre 1668 y 1674, fue miembro de la Academia de dibujo de Sevilla, creada en 1660 por los pintores Bartolomé Estéban Murillo y Francisco de Herrera II.
En 1674, Antonio Hidalgo figura como notario de la academia. En esa calidad organizó ese año los funerales del conde de los Arenales, protector de la institución [1]. Posteriormente, entre 1674 y 1680, se instaló en Cádiz, donde se relacionó con los pintores Bernabé de Ayala y Miguel Legot [2].
Hacia 1683 pintó La última comunión de san Fernando de la antigua catedral de Cádiz [3]. Y en 1688 realizó la pintura de Las Ánimas del Purgatorio de la iglesia parroquial de Santa Catalina en Conil de la Frontera, obra firmada y fechada [4]. Y El reciente descubrimiento de este cuadro es de gran relevancia, pues aporta la piedra angular para futuras atribuciones que permitan reunir un corpus en torno a este artista.
Por el momento, poco más se sabe sobre la obra de Hidalgo, aunque es posible que estuviese especializado en la producción de naturalezas muertas. Viñaza llegó a conocer dos lienzos suyos que representaban floreros en una colección privada de Sevilla a finales del siglo XIX, cuadros firmados que el erudito dató entre 1660 y 1680 [5]. Urrea le atribuyó también un cuadro de la Inmaculada Concepción en el Museo del Prado procedente del Museo de la Trinidad, pero la atribución ha sido contestada pertinentemente por Valdivieso, que la considera de un artista de Madrid [6].
Se ignora si falleció en Cádiz o si regresó a Sevilla.
[1] Viñaza, Adiciones al diccionario histórico de Ceán Bermúdez: A-L, Madrid, 1889, vol. 2, p. 283.
[2] Eduardo Lamas-Delgado, “Le peintre Bernabé de Ayala et autres petits maîtres entre Séville et Cadix”, in: Annales d’Histoire de l’art et d’archéologie, 30, 2014, pp. 71-94, aquí 86-87.
[3] Jesús Porres Benavides & Antonio Romero Dorado, “La Última Comunión de San Fernando de Castilla (1683) : continuando el catálogo del pintor sevillano Antonio Hidalgo”, Philostrato, 3, 2018, pp. 80-89.
[4] Antonio Romero Dorado, “Iniciando el catálogo del pintor Antonio Hidalgo: las Ánimas del Purgatorio (1688)“, Philostrato, 2, 2017, pp. 65-69.
[5] Julio Cavestany, Floreros y bodegones en la pintura española: catálogo ilustrado de la exposición, Madrid, 1936 y 1940, p. 84.
[6] Jesús Urrea, “El pintor José García Hidalgo”, in: Archivo Español de Arte, 189, 1975, pp. 97-117, aquí 111; Enrique Valdivieso, Pintura barroca sevillana, Sevilla, 2003, p. 610. Ver también: Lamas, 2014, p. 86 (como en nota 2).